Posicionamiento: La Coca Cola con menos azúcar

Hace unos años, la conocida empresa estadounidense de bebidas gaseosas, Coca Cola, lanzó comerciales en los cuales se buscaba que se le identifique con la felicidad. Hoy en día, la empresa ni siquiera tiene que mencionar sus productos en los comerciales para que inmediatamente se les asocie con los momentos memorables de la vida.

Ahora, el reto es mayor porque la empresa se ha puesto en la mira mejorar cada día un poco más para satisfacer a sus consumidores. Para ello, los encargados de la empresa afirman tener bastantes iniciativas para seguir rentabilizando la imagen de marca, afirma el artículo de Food Business, titulado “Coca-Cola slashing sugar across soft drink portfolio”, sobre el que se inspira esta nota.

Una de las iniciativas principales (y de las que más hay) tiene que ver con disminuir la cantidad de azúcar agregada que se encuentra dentro de las bebidas azucaradas.

De acuerdo al presidente de operaciones de la empresa, James Quincey, tienen más de 200 iniciativas para conseguir esto.

La pregunta que surge de inmediato que ¿por qué no aplicarlas de inmediato?”. Después de todo, para muchos expertos, las bebidas azucaradas son unas de las principales responsables del aumento de la obesidad en niños, jóvenes y adultos.

El asunto es que eso no sería tan sencillo, porque Coca Cola no puede -de un día para otro- desaparecer todo el azúcar de sus bebidas porque sencillamente, dejarían de vender.

Ya desde hace unos años ha ido implementando pequeños cambios como la creación de versiones más pequeñas de sus bebidas o la introducción de nuevos productos con menos azúcar para ir acostumbrado a los mismos a sus clientes.

Gracias a ello, se ha creado un mercado que acepta y prefiere esta clase de bebidas con menos azúcar agregada y con menor número de calorías. Esto significa que puede ir aumentando progresivamente sus acciones para reducir el azúcar en sus productos sin menor temor de afectar sus ventas.

Esto es realmente bueno, ya que significa que lentamente las personas han ido cambiando hábitos hacia el consumo de productos más saludables.

Todavía hay mucho que hacer, y para la Organización Mundial de la Salud, el ritmo de cambios es insuficiente para detener la epidemia del crecimiento de la obesidad por lo que ha planteado incrementar los impuestos al consumo de bebidas azucaradas con el fin de provocar reducciones más radicales.

Quizá habrá que pedirle a Coca Cola que acelere la puesta en valor de sus
innovaciones para seguir mostrando que el cambio se puede dar proactivamente.
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